viernes, 25 de noviembre de 2011

Encíclica “Evangeliun Vitae” sobre la eutanasia.


A través de la encíclica “Evangeliun Vitae”, Juan Pablo II trato de evitar la permisión de la eutanasia. Esta así lo recoge:
“Amenazas no menos graves afectan también a los enfermos incurables y a los terminales, en un contexto social y cultural que, haciendo más difícil afrontar y soportar el sufrimiento, agudiza la tentación de resolver el problema del sufrimiento eliminándolo en su raíz, anticipando la muerte al momento considerado más oportuno.
En una decisión así, confluyen con frecuencia elementos diversos, lamentablemente convergentes en este terrible final. Pude ser decisivo, en el enfermo, el sentimiento de angustia, de exasperación e incluso desesperación, provocado por una experiencia de dolor extenso y prolongado.
 Esto supone una dura prueba para el equilibrio a veces ya inestable de la vida familiar y personal, de modo que, por una parte el enfermo - no obstante la ayuda cada vez más eficaz de la asistencia médica y social - corre el riesgo de sentirse abatido por la propia fragilidad; por otra, en las personas vinculadas afectivamente con el enfermo, puede surgir un sentimiento de comprensible aunque equivocada piedad. Todo este se ve agravado por un ambiente cultural que no ve en el sufrimiento ningún significado o valor, es más, lo considera el mal por excelencia que se debe eliminar a toda costa. Esto acontece especialmente cuando no se tiene una visión religiosa que ayude a comprender positivamente el misterio del dolor.”

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